miércoles, 7 de noviembre de 2012

Ábrete a sentir. Sin miedo. Que vas a sufrir... Y, si, es así como funciona. Pero si te encierras en ti mismo, construyendo paredes  que supuestamente evitarían sufrimiento y dolor, te estarás perdiendo montones de otras cosas, sensaciones, sentimientos. Afuera quedarán también alegrías y disfrutes, emociones positivas imprescindibles para alcanzar esa plenitud que tanto anhelas. Y lo que es peor aún, en el aislamiento finalmente, no podrás evitar sentir otra cosa que hastío, rigidez, angustia y dolor. Atrévete a sentir, atrévete a demostrar que sientes, y en el balance verás que bien valdrá la pena el sufrimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario