miércoles, 2 de agosto de 2017

Decidiendo bien

Todo el tiempo, a cada instante, estás decidiendo cómo será tu vida. Lo estás haciendo para el corto, cortísimo plazo. Pero tambien para el largo. Decides ir, o no ir a una reunión. Sin saber, sin pensar, que esa reunión podría cambiarte –o haberte cambiado- la vida. Llamas a quien debías llamar o bien omites ese llamado, por decisión o por simple olvido. Sin tomar conciencia de que ese llamado podría cambiarte –o haberte cambiado- la vida. Todo lo que haces o dejas de hacer, todo lo que decides o dejas de decidir influye en el diseño del futuro que estás armando para ti. Dale a tus decisiones, por acción o por omisión, la importancia que merecen: No te guíes sólo por lo que tu cabeza diga. Escucha, préstale atención a tu corazón. Escucha la voz de tu intuición, y hazle caso. El pensar tiene un margen de error importante, mucho más alto que el sentir. Haz a un lado la razón, actúa más guiado por la intuición y estarás multiplicando las chances de que lo que estés haciendo, esté alineado con tu mejor futuro posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario