miércoles, 9 de agosto de 2017

Conversando con la vida

La vida te habla todo el tiempo, pero no lo hace a tu manera. Por eso muchas veces no la entiendes. Y muchas otras, ni siquiera te enteras de que te está hablando. La vida te habla, entre otras cosas, a través de las oportunidades. Es bastante locuaz, y le fastidia que nunca le respondas. Por lo tanto, lo que tú debes hacer en primer lugar es estar atento. Las oportunidades que te presenta la vida están por todas partes y no pasa un solo día sin que un par de ellas se crucen en tu camino. Búscalas y las encontrarás. En segundo lugar, una vez que las descubras, haz algo con ellas. No lo dejes para más tarde. Y lo más importante de todo: No permitas que la cabeza le tuerza la mano al impulso que te dicta el corazón. Pensando menos y sintiendo más, haz aquello que te surja hacer. No permitas que tu mente empiece a parlotear. Intentará convencerte de lo ridículo que eres por tan siquiera considerarlo, de lo peligroso que sería, de lo absurda que es la idea. Y terminará paralizándote. Apenas descubras una oportunidad y la reconozcas como tal, actúa, respondiendo así al mensaje. Fluye, hazlo, dilo, atrévete, pregúntalo. Por todos los medios, sin dudarlo, da ese primer paso. Empezarás a mejorar así tu diálogo con la vida y al hacerlo, la vida te recompensará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario