jueves, 28 de julio de 2016

Ojos del alma y oídos del corazón

La vida te da señales, pero no estás mirando. La vida te está hablando, pero no la escuchas. Estás tan encaprichado con tu idea de cómo supones que deben ser las cosas, que sigues protestando y quejándote y lamentándote, casi por costumbre ya. Pero, ¿a qué me refiero cuando hablo de “la vida”, esa vida que tironea de tu manga como un niño pequeño reclamando atención? ¿Quién es ese que está intentando guiarte? Acalla por un instante la razón, dale un respiro a los pensamientos y deja que sea la intuición quien tome las riendas y te muestre el rumbo. Puedes hacerlo. Y lo increíble del caso es que sería mucho más simple que esa tortura mental constante a la que sueles estar sometido. Conecta con tu esencia, conecta con tu Ser. Recuerda quién realmente eres y ve al encuentro de ese tú mismo que tan a menudo dejas olvidado en tu interior, tapado por la vorágine del diario quehacer. Abre los ojos, pero los del alma. Escucha, pero con el corazón. Verás las señales que te estás dando y escucharás los susurros que te estás diciendo. Y entonces, sólo faltará que te hagas caso y, siendo fiel a ti mismo, vivas la vida que has venido a vivir.

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