domingo, 23 de diciembre de 2012

Todo, no se puede. Cada elección, cada decisión, deja en el camino otras posibilidades. Cada cruce de caminos te da opciones y tú, al optar por ésta, dejas de lado aquella. Siempre, por óptima que sea una decisión, incluye un costo, un precio que debes pagar, algo que debes resignar. Así que asegúrate, en la mayor medida que puedas, de elegir en base a tu más elevada visión, a tus valores más esenciales, a tus sueños más profundos. No vaya a ser que, por elegir el camino más fácil, lo que termines eligiendo sea, justamente, aquello que menos deberías priorizar.

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