jueves, 14 de julio de 2016

Alimentar el espíritu

Ríe más. Baila más. Canta más. Pinta más. Actividades todas ellas que mueven la energía, ayudan a que fluya, generan endorfinas y así, hacen que todo en tu vida se tiña de un color más luminoso, que tu actitud sea más positiva y se llene de optimismo. Si sabes cómo, toca más la guitarra, o el piano, o el instrumento que más placer te de. Camina más, o trota o corre o practica el deporte que sea de tu agrado. Estudio, trabajo, tareas domésticas… sea lo que fuere que ocupe la mayor parte de tus días, compleméntalo con actividades que te ayuden a cambiar el foco. Que distraigan tu atención y, por sobre todas las cosas, que te brinden instantes de plenitud y felicidad. No eres un robot, no eres una máquina programada sólo para ser efectivo en tus tareas cotidianas, alimentarte, pasar un par de veces por el baño y dormir, para volver a empezar con la rutina una vez más. Eres mucho más que eso. Eres un Ser espiritual. Un espíritu habitando un cuerpo mayoritariamente guiado por una mente, a su vez principalmente regida por la razón. Sacúdete la rutina, flexibiliza la rigidez, enciende y alimenta la llama que brilla en tu interior, deja que la energía fluya libremente, y todo lo que haga tu costado productivo resultará mucho más efectivo aún.

No hay comentarios:

Publicar un comentario