martes, 4 de noviembre de 2014
Conectados
Desde los tiempos prehistóricos de la era virtual, cuando ICQ (te acuerdas?) nos deslumbraba con su instantaneidad, viendo aparecer uno a uno los caracteres que “otro” digitaba al otro lado de Internet, las cosas han cambiado bastante… hoy tenemos Facebook, Twitter, Google+, teléfonos (móviles y de los otros), SMS, una o varias cuentas de mail, Skype, Whatsapp, Linkedin, etc. etc. etc… Cada día más conectados. Hiper conectados. Y paradójicamente, cada día estamos menos y menos conectados de verdad. Con tu familia, tus amigos, con tu entorno en general, ¿estás “conectado”? ¿Sabes lo que realmente les pasa? ¿Sabes que sienten, que necesitan? ¿Saben ellos lo que necesitas tú, lo que sientes, lo que deseas, que cosas te preocupan? ¿Cuánto hace que no conectas con alguien, mirándole a los ojos con verdadera intención? Conectarse hacia afuera en la vorágine de chats, tweets, mensajes y llamados suele arrastrarnos, casi sin darnos cuenta, a desconectar con nuestro interior y con lo profundo, verdaderamente importante del entorno. Recuerda, en medio de la hiper conectividad que nos envuelve, hacer contacto con aquello que verdaderamente importa.
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