Recuerda

Tu razón, tus músculos y tus huesos te resultan evidentes. Tus pensamientos te ayudan a darte cuenta de aquella; algunos dolores y la posibilidad de “tocarlos” te hace tomar conciencia de estos otros. A veces pareciera como si eso fuese todo lo que existe. Y hasta llegas a creer que ella, tu mente racional es la que está al mando. Sin embargo, hay otro tú allí mismo. No lo verás con los ojos, apenas si lo percibirás acallando el parloteo de tu mente. Ese que muchas veces consideras tu “otro” yo, es en realidad la más elevada expresión de ti mismo. Es él quien está al mando, dejando que tú creas lo contrario. Conecta tú mismo contigo mismo, con esa fuente de infinita sabiduría que –tu crees- forma parte de ti aunque en realidad eres tú quien forma parte de ella. Eres tanto más que eso que sabes que eres! Detente unos instantes cada día y siente… siéntete, porque allí está tu verdadero Yo mismo, esperando que te acuerdes.