miércoles, 12 de septiembre de 2012

La seguridad no existe. Las certezas tampoco. Entonces, ¿por qué dedicas tanto tiempo y tanto esfuerzo en pos de alcanzar ambas cosas? En realidad, cuando existen, lo hacen de una manera efímera, pasajera, transitoria. Te pasas la vida buscándolas y una vez que crees haberlas conseguido, te la pasas tratando de mantenerlas. ¿Qué tal si, en lugar de desperdiciar tanta energía en alcanzar un objetivo que, lo sabes positivamente, está destinado al fracaso, te dedicas a disfrutar de la vida tal como es? Y la pregunta entonces sería... ¿y cómo es? Es insegura, incierta, sorprendente!!! No te empeñes en ir contra la corriente. Súbete a ella, déjate fluir, y disfruta.

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