jueves, 24 de enero de 2019

Cuidado con lo que dices

Las palabras que pronuncias no son inocuas. Tienen fuerza y energía. Junto a tus pensamientos construyen tu futuro. De hecho, han construido tu presente, este de aquí y de ahora. Éste que alguna vez y en aquel distante presente era tu futuro. Cuida entonces tus palabras. Para con los demás, pero también contigo mismo. Si te equivocas haciendo algo, no te insultes. No te digas que eres un inútil. Y si lo haces, date cuenta y perdónate de inmediato. Compréndete y transforma esa agresión en aliento. Seguro que no ha sido tan grave, y seguro que la próxima vez lo harás mejor. Porque estás aprendiendo, constantemente. Ten paciencia y trata bien a los demás. Tampoco a ellos agredas con tus palabras. No cambies la onda. No hagas que súbitamente el aire se corte con un cuchillo. Vivir en paz, en un ámbito relajado y positivo, depende en gran medida de ti mismo. Y gran parte de todo ello, comienza con tus palabras.

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