martes, 19 de junio de 2018

la realidad? qué realidad?

Echa una segunda mirada. Desconfía de lo que tus sentidos te cuentan. Tu oído no logra percibir frecuencias que tu perro reconoce a la perfección. No por eso dirías que el sonido que emite el silbato que usas para llamarlo, “no existe”. Tus ojos te dicen que el planeta que habitas desde el día en que naciste es plano como una tabla y, aunque sabes que no así, tienes que ponerte a pensar para reconocer su redondez. Estás paradito en ese mismo planeta girando a una velocidad de 1.700 kilómetros por hora y sin embargo, tus sentidos te hacen sentir que estás quietecito. Ni que hablar de los 107.000 kilómetros por hora a los que te estás trasladando por el espacio, como en un tiovivo gigante con el Sol en el centro, que te llevará a estar dentro de exactamente un año en este mismo punto en el cual hoy te encuentras. ¿Te has puesto a pensarlo? La manzana roja que estás por comer no es roja en realidad aunque tus ojos se empeñen en convencerte de que así es. Tu cerebro la percibe roja porque es esa la frecuencia electromagnética que la manzana refleja. Las restantes, las absorbe. Así que, la próxima vez que estés convencido de que la realidad es tal y como tú la ves, tal y como la percibes, detente por un momento y échale una segunda mirada. Nútrete de opiniones diversas, principalmente de aquellos que no parecen estar de acuerdo contigo. Discute menos y escucha más. Deja de lado tanta soberbia y deja de intentar convencer a los demás. Recuerda, hoy y siempre, que muchas, demasiadas veces, las cosas no son como parecen.

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